Mi gran idea era escribir una extensa reseña de esta joya de film que me maravilló desde su primer visionado. Pero al final no ha podido ser. Aunque, por una parte, me alegro porque destripar demasiado de este film (como casi de cualquier otro) hace que se pierdan parte de las sorpresas que muchos se llevarán si deciden pulsar el botón del play y verla. Tan solo quiero que les quede claro el concepto de la película: Monjas japonesas. Examínenlo: Monjas (con todo lo que nunsploitation ha hecho por ellas) y japonesas (con todo lo bueno del cine japonés de los 70). Y es que lo de japonesas católicas
tiene su historia, aunque para el desarrollo del film poco o nada tienen que saber. Solo quiero que admiren detenidamente estos pocos fotogramas que les adjunto al post y que sepan que tras ellos se encuentra una película exquisita, provocadora, sensual, sexual, delirante, brillante, perversa y sobretodo bella, muy bella. Bienvenidos al Convento de la Bestia Sagrada.
Etiquetas: Cine
Esta entrada fue escrita el 14 abril 2006