El Top 5 de las 5: Openings de series
Me resistía con todas mis fuerzas, "El Video del Domingo" es toda una institución en esta casa, pero al final he sucumbido a la tentación. Por una semana, he decidido participar en El Top 5 de las 5, sección creada por Forfy & Kalimero y seguida por otros tantos insignes bloggers, aportando mi visión sobre el top de esta semana: Openings de series. Aquí mi top, elegido entre unos cuantos millares de series de televisión con títulos de crédito extraordinarios (Un "snif" por los openings de "Missión Impossible", "Monty Python´s Flying Circus", "Los Thunderbirds", "Dexter", "Los Soprano" y otros que al final no han entrado, estáis en mi recuerdo):
# 5: La Dimensión Desconocida (The Twilight Zone): El espacio profundo e inexplorado, una música repetitiva, mantra sónico de toda la ciencia ficción audiovisual de los últimos 40 años, y una puerta que se autocrea y abre para que crucemos su umbral. La intro de "La Dimensión Desconocida" habla al subconsciente del espectador, susurrándole con la voz de Rod Serling a utilizar sin miedo "la llave de la imaginación"; el pequeño precio a pagar para observar desde otro ángulo la, hasta entonces, previsible realidad:
# 5: La Dimensión Desconocida (The Twilight Zone): El espacio profundo e inexplorado, una música repetitiva, mantra sónico de toda la ciencia ficción audiovisual de los últimos 40 años, y una puerta que se autocrea y abre para que crucemos su umbral. La intro de "La Dimensión Desconocida" habla al subconsciente del espectador, susurrándole con la voz de Rod Serling a utilizar sin miedo "la llave de la imaginación"; el pequeño precio a pagar para observar desde otro ángulo la, hasta entonces, previsible realidad:
# 4: El Equipo A (The A-Team): Una intro de serie que resume su argumento en tres líneas de voz en off ("En 1972, cuatro de los mejores hombres...") me fascina; una intro que hace eso y además muestra todo el potencial de la serie con un rotundo montaje y una apabullante banda sonora, (Tararéenla, todos nos la sabemos de memoria) me cautiva; pero si además del argumento y la acción, te muestra con maestría el carácter, habilidades, filias y fobias de cada personaje con tan solo cuatro planos bien escogidos (El Jefe, El Ligón, El Fuerte, El Loco) me tiene enganchado de por vida: Las decenas de uve-hache-eses desintegrados durante el visionado de esta serie durante mi infancia lo demuestran:
# 3: Fraggle Rock: "El centro del universo es sin duda un lugar maravilloso excavado en la roca llamado Fraggle Rock". Con esta afirmación de connotaciones casi iniciáticas comenzaba "Los Fraguel", una serie que, al igual que toda la obra de Jim Henson, y bajo la ambigua etiqueta de "televisión infantil", transpiraba una firme declaración de principios, donde la diversión, la libertad, el ansia de comprender el mundo que nos rodea y el desarrollo de la identidad personal y su relación con el grupo llegaba a límites que muy pocos han llegado a analizar en profundidad. Era el mundo de los adultos explicado para niños, para que disfrutaran y rieran con él, pero también para que advirtieran cómo serían sus vidas en los años venideros:
# 2: Dr. Slump (Dr.スランプ): Los diez primeros segundos de la intro de Dr. Slump incluyen el theme músical estallando en primer término, una nube de polvo y estrellas recorriendo de arriba a bajo la pantalla a gran velocidad, la llegada de una niña disfrazada de gato y un angel de pelo verde, vestido también de gato, estrellándose contra ella; despues saludan los dos y aparece la cabeza de un señor cuarentón, con bigote y gorra, estrellándose contra la parte inferior derecha de la pantalla; luego, explosión de estrellas y enmarcados en un círculo azul y fondo multicolor los personajes que hemos visto al comienzo. Acabamos de llegar a la Villa del Pingüno, el Japón profundo nos espera, y el desconcierto y la carcajada serán nuestros únicos aliados. Oyo!:
# 1: El Prisionero (The Prisoner): Los créditos de "El Prisionero" son una serie dentro de otra serie; tienen inicio, nudo y desenlance; sirven tanto para el espectador despistado, como para el acérrimo seguidor; son respuesta y pregunta a un mismo tiempo; son ver aparecer en medio de una carretera desierta al Lotus Seven a toda velocidad con la música de Eric Mival, ver el Londres del 67, son una planificación y un montaje imitado y copiado hasta la saciedad en décadas posteriores, son ver a Patrick McGoohan, con su ceja arqueada, caminando rítmicamente camino de la agencia que le contrató para presentar su renuncia; son verlo desmayarse, narcotizado, para ser trasladado a "La Villa. Son, en fin, comprender que, aunque se hubieran destruído todos los episodios de esta serie y sólo hubieran sobrevivido sus títulos de crédito, "El Prisionero" seguiría siendo una de las mejores series de la historia.
Etiquetas: Especiales CJ
Esta entrada fue escrita el 13 enero 2008
