Crazy Japan!: Machine Gun Kitty


 


Machine Gun Kitty

"La AK 47, la mejor sin ninguna duda: si quieres estar seguro de que vas a cepillarte a todos los hijos de puta de una habitación, no aceptes imitaciones." Ordell Robbie (Jackie Brown, 1997).

La compañia Sanrio, creadora y explotadora del tótem Hello Kitty y de otros simpáticos seres durante más de treinta años hace tiempo que cavó la tumba de su dignidad. Cuando en una de sus supuestas reuniones de ejecutivos todos saltaran de alborozo al descubrir hitos del marketing mundial como la guitarra eléctrica de Hello Kitty o esa oda al trauma infantil no resuelto que es la tumba de Hello Kitty, la magia de transformar a un gato apestoso en el símbolo de Japón en medio mundo se fue al garete.


Lo mejor es que sin ese merchandising llevado al paroxismo la Teletienda de este blog nunca habría sido la misma y la creatividad de miles de individuos hasta las pelotas de la gatita tampoco. Porque lo mejor nunca ha sido el grito y el escupitajo sino el boicoteo desde dentro. Crear productos tan sumamente delirantes que acabes dudando si son oficiales o no. Ayer, y de aquí la imagen que preside el post, apareció la AK-47 de Hello Kitty; objeto que no hubiera pasado de ser otro juego de demos la vuelta a un personaje tierno para convertirlo en uno subversivo sino hubiéramos descubierto por casualidad que el mundo de las armas con el emblema de Kitty existen, y de qué forma:


Las extrañas circunstancias que se necesitan para que la cara de una gata acabe en un arma las desconozco. Puede que provengan de los mismos recovecos mentales que ven relaciones homoeróticas en Epi y Blas, o del convencimiento de que detrás de la simpática gatita se ocultan extraños tabúes donde una gata (que no tiene boca) es creada por una siniestra compañía nipona para aniquilar la débil consciencia consumista de millones de niños. Sea como sea, el icono Hello Kitty solo hace que evolucionar, lo que no sabemos es hacia dónde, si hacia la nueva generación de ventiladores HK o como complemento en el turbante del próximo talibán.

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