Algunos insignes estudiosos afirman que es porque
los pies tienen forma curvada y recuerdan a otras zonas del cuerpo como las caderas, otros que al estar normalmente ocultos y descubrirse son una equivalencia mental al descubrimiento de los genitales de la persona, otros pensadores ya dicen directamente que todo es culpa de las mujeres que solo quieren que el descubrimiento de su pie sea alabado y mimado por los hombres. Hay decenas de teorías sobre
el fetichismo de los pies pero no hay forma humana de explicar el fetichismo que se muestra en
Crash By Venus (Gracias mil
Otomano) colección nipona de deuvedés donde japonesas vestidas con trajes mínimos y zapatos de tacón enormes destruyen (sí,
DESTRUYEN) con sus tacones de aguja miniaturas de ciudades niponas; y no cualquier tontuna hecha en un rato, sino
auténticas maquetas de ciudades con sus edificios, calles, comercios y hasta trenes.
Sacar posibles explicaciones a esto es casi un suicidio: Se pondría hablar de una reinvención de las películas de
Godzilla, donde el poder de destrucción ya no lo tiene un monstruo sino una mujer (¡ah!), o donde la
ciudad-miniatura es el hombre con el cual la gigante juguetea un poco hasta que, cansada, decide destruirlo (¡oh!). O la desviación final de la
teoría atómica, que une la existencia de seres enormes, metáfora de la bomba atómica
entre otras cosas, con otra de las teorías sobre el fetichismo de los pies que afirma que en épocas de catástrofes, epidemias y períodos de baja fornicación en general se atribuyen características eróticas a partes del cuerpo fuera de las comunes (buf...).
Miren, yo les dejo aquí con un video que he subido a Youtube (espero que no me lo borren) y el enlace a otros dos videos correspondientes a los
volúmenes uno y
dos de esta saga destroza maquetas y ustedes tranquilamente sacan sus propias conclusiones.
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