Sí amigos, ya es lunes, el fin de semana pasó y con él
los dos primeros capítulos del nuevo Humor Amarillo. Han sido años y años de peticiones, de súplicas, de gritos desesperados pidiendo la vuelta del programa. Yo estaba entre esos fanáticos y la verdad es que estaba cagado. Y es que la nostalgia es muy cabrona y con lo que hace 10 años te reías ahora te podía parecer una basura. Más sabiendo lo mal que le han sentado los años a muchas series de nuestra infancia (Vease "El Equipo A", "El coche fantástico" o "V") que ahora dan casi vergüenza decir que las veías.
Pero llegó el esperado momento, comenzó el programa, y para mi sorpresa a los cinco segundos estaba igual de enganchado que el primer día. Era como si no hubiera pasado el tiempo. Kitano seguía allí, las pruebas seguían allí, los hostiones como casas seguían allí. Y me rendí una vez más a la supremacía nipona. Si hasta los comentarios me gustaron, es más, creo que sin los comentarios este programa no sería el mismo, ni antes ni ahora, y a pesar de que los actuales no llegar a los niveles de surrealismo de los anteriores se han sabido adaptar bien a los tiempos, se nota que conocen el programa, que les gusta y que está hecho con cariño. Y coño, que es Humor Amarillo y tenían que hacerlo muy mal para que un programa como este no funcionara. Veremos que tal aguanta las siguientes semanas, pero una cosa la tengo clara, este fin de semana viendo por enésima vez al Chino Cudeiro cayendo al agua en la prueba de las zamburguesas, me lo he pasado como cuando era un chaval.
PD: El mejor momento hasta ahora, Kitano disfrazado de avión cayendo ladera abajo y perdiendo toda la dignidad de golpe y porrazo (Literalmente) Como dijeron los comentaristas viendo las imágenes: Ha caído un mito, bueno, ha caído tres veces :-)
Y aquí la
segunda parte del merchandising japonés del programa, desde ya mismo objetos de culto y devoción en esta casa.
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